Stockwell parece no haber visto la versión contemporánea de Romeo y Julieta: West Side Story (o Amor sin barreras). Su película es esquemática, con situaciones estereotipadas y diálogos elementales, y responde a los moldes de representación más convencionales. Este producto de Disney ha aggiornado la historia arquetípica de amores contrariados a la era Bush. Ahora el racismo proviene del bando de los latinos, para quienes la joven rubia puede ocasionar la perdición de Carlos, un muchacho tan aplicado. Y si el padre de Nicole está superado por los desbordes de su hija y no sabe cómo ayudarla, se debe seguramente a que es un estúpido diputado demócrata que trabaja por las minorías y admira al ex presidente Carter. Pero rescatemos lo rescatable: Kirsten Dunst es una buena actriz, lástima que no supo elegir su película.
Disney y la maquinaria de Hollywood siguen bajando línea sobre cómo debe funcionar la sociedad, y cómo modernizar las viejas creencias sobre sexualidad, racismo y discriminación, para entrar de lleno y sin mala conciencia al siglo XXI.
Los grandes estudios siguen menospreciando a los espectadores. Si quieren ver una buena historia de amor prohibido sobre adolescentes, realizada con sutileza y sin sobreinformación, corran al cine de al lado y vean Descubriendo el amor.
CAPITLOS DE LOCURA DE AMOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario