skura y shaoran

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sábado, 5 de marzo de 2011

HERMOSA LOCURA

Nadie encontrará ninguna sorpresa en esta película armada a base de tópicos: ella (Kirsten Dunst) es una adolescente rubia, rica, sucia y consentida, hija de un señor muy poderoso; él (Jay Hernández) es su esforzado compañero de escuela, hijo de mexicanos pobres del barrio latino de Los Angeles. Ella se droga, se emborracha y no conoce los límites, él no bebe, hace muchos sacrificios para estudiar y llegar a incorporarse a la Marina de los Estados Unidos, y responde "sí señor, no señor". Un vacío afectivo ha provocado el desequilibrio emocional de Nicole, quien además debe soportar a una madrastra malvada; el padre de Carlos está ausente y la madre es nutricia, autoritaria y sobreprotectora, e igualita a la cocinera de Nicole. Lo que comienza entre ambos como un asunto liviano y transgresor, una atracción ejercida por el otro polo, deviene amor; de allí en más sucederá todo lo que es de imaginar. Con una salvedad: las trabas en una relación tan desigual provienen sobre todo de la autodestrucción que domina a la pareja.
Stockwell parece no haber visto la versión contemporánea de Romeo y Julieta: West Side Story (o Amor sin barreras). Su película es esquemática, con situaciones estereotipadas y diálogos elementales, y responde a los moldes de representación más convencionales. Este producto de Disney ha aggiornado la historia arquetípica de amores contrariados a la era Bush. Ahora el racismo proviene del bando de los latinos, para quienes la joven rubia puede ocasionar la perdición de Carlos, un muchacho tan aplicado. Y si el padre de Nicole está superado por los desbordes de su hija y no sabe cómo ayudarla, se debe seguramente a que es un estúpido diputado demócrata que trabaja por las minorías y admira al ex presidente Carter. Pero rescatemos lo rescatable: Kirsten Dunst es una buena actriz, lástima que no supo elegir su película.
Disney y la maquinaria de Hollywood siguen bajando línea sobre cómo debe funcionar la sociedad, y cómo modernizar las viejas creencias sobre sexualidad, racismo y discriminación, para entrar de lleno y sin mala conciencia al siglo XXI.
Los grandes estudios siguen menospreciando a los espectadores. Si quieren ver una buena historia de amor prohibido sobre adolescentes, realizada con sutileza y sin sobreinformación, corran al cine de al lado y vean Descubriendo el amor.




CAPITLOS DE LOCURA DE AMOR

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